Castigar al campo es pegarle a la mano del que empuja la economía del país

Desde la UCR de la provincia de Córdoba sostenemos que es difícil creer en el desarrollo de un país cuando las certezas por parte del gobierno que encabezan Alberto Fernández y Cristina Kirchner han sido escasas. El Gobierno Nacional dice que “el cierre de las exportaciones será temporario”, pero sigue generando más incertidumbre.

Ahora, el kircherismo desempolva una vieja grita y pone restricciones a las exportaciones de maíz, con la supuesta idea de “abaratar los costos de insumos de ciertos productos”. Algo demasiado irreal: sabemos muy bien que los costos de los productos de la canasta familiar nunca bajan y que en Argentina el hilo se corta por lo más delgado.

El rechazo a la medida no tardó en llegar: “Esperaron a que sembráramos para cerrar las exportaciones”, dijo en Twitter Juan Francisco, un productor agropecuario, exteriorizando una sensación generalizada por parte de los que producen, trabajan la tierra, generan empleo y apuestan por la economía en nuestro país. Al frente, sigue esa piedra en el zapato pesada y un conjunto de políticas agropecuarias que perjudican y quitan libertades una vez más.

No puede ser que se haga costumbre en Argentina reincidir en las decisiones que ya fracasaron y que ahora vuelven a afectar. Eso también sucede a nivel provincial, donde el kirchnerismo y Hacemos por Córdoba no disimulan su sociedad política que desplaza a un segundo plano los intereses de Córdoba. No los une mejorarle la vida a los cordobeses, sino una relación de tires y aflojes que pone en primer lugar cuestiones que responden al plano de la política.

En ese sentido, el acompañamiento por parte de los diputados que responden al gobernador Juan Schiaretti al nuevo índice de movilidad jubilatoria impuesto por el kirchnerismo es una de las muestras de que siguen pensando en alianzas políticas, pero no en generar mayor y mejor calidad de vida para este sector de la sociedad.

Así estamos en Argentina y en Córdoba, donde sigue siendo difícil mirar la mitad del vaso lleno, porque la falta de certezas y las reglas poco claras forman parte del plan del kircherismo y de Hacemos por Córdoba. Por eso, desde la UCR de Córdoba sostenemos que es errada la decisión de cerrar la exportación de maíz y le solicitamos al gobernador Schiaretti que, desde su rol institucional, no permita que se siga afectando a la producción y al empleo en Córdoba.

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