El Comité Central de la UCR de la provincia de Córdoba, ante las declaraciones vertidas por el ex presidente Eduardo Duhalde, manifiesta su rechazo por vaticinar irresponsablemente una guerra civil, una nueva irrupción del orden constitucional y la posibilidad de que el año próximo no haya elecciones.
Lo sabemos todos. Lo sabemos todas. Los argentinos y argentinas vivimos un difícil momento a nivel social, sanitario y económico, por lo que menos aún necesitamos este tipo de posiciones que apelen al miedo, a las divisiones sin sentido y a la irresponsabilidad. Por eso, los radicales de la provincia de Córdoba y la ciudadanía en general, no podemos hacer oídos sordos a los conceptos expresados por el ex presidente Duhalde.
Como partido político, y por haber defendido con ideas y acciones los derechos humanos y el sistema democrático, la UCR de Córdoba tiene el deber de exigir sentido común, en una etapa tan difícil. Asimismo, creemos que la opinión de Duhalde no puede atribuírsele al Peronismo todo; aunque es cierto que quien lo dice expresa y representa a una parte importante de su movimiento.
La lucha de Hipólito Yrigoyen por el voto popular, el 14 bis de la Constitución (que consagró para siempre la protección constitucional del trabajo, igualdad de remuneración, el descanso y vacaciones pagas, la libertad de concertar convenio colectivos de trabajo libres, acceso a la vivienda digna), el juicio y castigo a las Juntas Militares, y la larga lucha de Raúl Alfonsín a favor del respeto irrestricto de los derechos humanos dan testimonio de nuestra lucha constante.
También, es justo reflexionar sobre las deudas que la Democracia aún tiene con el pueblo argentino. Alfonsín, en aquel célebre discurso de cierre de campaña de 1983 en el Obelisco, nos habló acerca de la necesidad de que la política no puede fallarle al pueblo. Los conceptos de Alfonsín y su ruego cívico, que embanderó al pueblo argentino, no han sido debidamente interpretados y las posiciones de Duhalde lo ponen de manifiesto al priorizar la grieta y minimizar el debate. Por último, desde el Comité Central queremos elevar una de nuestras mayores consignas: Nunca más al miedo.